Cómo realizar respiración diafragmática en 8 pasos.

La respiración diafragmática ayuda a corregir de forma consciente los errores que habitualmente cometemos al respirar.
En nuestra vida cotidiana no es extraño que respiremos de forma poco correcta, realizando una respiración torácica superficial que no oxigena lo suficiente la sangre y tampoco la purifica.
La respiración más eficiente es la respiración diafragmática, es la que se aconseja en la mayoría de los casos en que existen trastornos respiratorios, pero también hay muchas técnicas de control del estrés y la ansiedad basadas en el control de la respiración diafragmática.
Junto a la respiración completa que usamos en Yoga esta respiración nos ayuda a mantener nuestro sistema digestivo activo, así como la musculatura, que ayuda a que respiremos mejor, en forma.

¿Qué es la respiración diafragmática?
La respiración diafragmática, también llamada respiración abdominal o respiración profunda, es un tipo de respiración donde usamos fundamentalmente la acción del diafragma.
El diafragma es un músculo ubicado en la base de los pulmones que cuando inspiramos se contrae y adopta una forma más plana, permitiendo la entrada de aire a los pulmones. Cuando el diafragma se relaja, aumenta su volumen, presiona los pulmones y se produce la expiración.

Adjunto este vídeo para que te ayude a comprender el movimiento del diafragma.

La respiración diafragmática mejora los niveles de oxígeno circulante, reduce la fatiga cuando se está realizando deporte y disminuye los niveles de estrés y ansiedad, tal vez su ventaja más conocida.

Si quieres saber sobre otras respiraciones entra en este enlace y aprende cómo se hace la respiración escalonada.
Incorporar una técnica de respiración diafragmática eficiente, que podamos usar en cualquier momento, al principio puede llevar un poco de esfuerzo y concentración, como todo nuevo aprendizaje. Los siguientes 8 pasos seguramente te harán más fácil el camino.

Dominar la respiración diafragmática en 8 pasos
1• Acostado, en tu colchoneta o en una superficie plana, las rodillas flexionadas con las plantas de los pies en el suelo. Hay que asegurar que la nuca, el cuello y la columna están en una línea recta.
2• Hacer una pausa para sentir cómo respiras en ese momento, para ser consciente de tu respiración.
3• Colocar una mano en la zona superior del pecho y otra en el abdomen, justo con el dedo meñique encima del ombligo. Esto permitirá controlar los movimientos.
4• Inspira lentamente por la nariz, de forma que la mano en tu abdomen sienta la presión de este al elevarse. La mano en el pecho debe permanecer sin moverse (o casi). La inspiración no debe ser tan profunda que lleguemos a hiperventilar.
5• Hacer una pequeña pausa en la respiración antes de pasar a exhalar.
6• Exhala lentamente el aire por la nariz, de forma que sientas los músculos de tu abdomen descender. Hay que recordar que la mano en el pecho debe permanecer los más inmóvil posible.
7• Repetir de 3 a 10 veces estos pasos, de poder ser con una frecuencia de 3 a 4 veces al día.
8• Al finalizar, ladea tu cuerpo lentamente, siéntate y haz unos estiramientos suaves o continua con tu clase de yoga.

Es importante señalar que existen muchas técnicas de respiración en yoga, la que aquí describimos es una forma sencilla y práctica de adentrarse en el mundo del control de la respiración.
Después de un tiempo de aprendizaje, el dominio alcanzado sobre la respiración diafragmática llevará a poder aplicarla en otras posiciones, por ejemplo, sentados, y seguramente lo más importante, permitirá su implementación en situaciones de la vida cotidiana que provocan ansiedad.

En mi canal de YouTube en el apartado de técnicas antiestrés tienes relajaciones y respiraciones guiadas.

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